Todos podemos cambiar

Por Lorena Salmón | 24 de agosto 2016
4 Comentarios
 Por Diego Casabone
Creador de Come en casa
Captura de pantalla 2016-08-24 a la(s) 10.07.17 a.m.
Cuando cumplí 14 años mis prioridades cambiaron. Todavía no entiendo por que: empecé a salir a tomar trago, fumar cigarro y salir de fiesta hasta altas horas de la madrugada. Todo comenzó un viernes de verano, mis amigos se iban de fiesta y yo me dejé llevar por lo desconocido, por explorar ese mundo. Al día siguiente había quedado con mi papá en salir a montar bicicleta muy temprano en la mañana. Esa mañana mi papá me fue a despertar y claramente yo no me encontraba en condiciones ni de pararme de mi cama. Ese día fue el primero de muchos donde preferí salir de fiesta a estar en el lugar que realmente me encantaba: la naturaleza. De ahí en adelante todo fue igual; fiesta, alcohol, cigarro, juerga y mala alimentación antes que las actividades que tanto me gustaron de chico.
Rápidamente y sin darme cuenta ese mundo en el que entre se termino volviendo un círculo vicioso: empezaba la semana muy cansado del fin de semana previo, los lunes eran una tortura, los martes eran igual que los lunes, los miércoles ya era mitad de semana y solo ansiabas que sea viernes, el jueves que era un mini viernes ya los ánimos estaban a tope por que se asomaba el viernes. Llegaba el fin de semana y la historia se volvía a repetir terminando en el domingo de resurrección para que al día siguiente empiece todo nuevamente.
En junio del 2014, una noticia hizo que mi vida cambie por completo, a un familiar muy cercano le detectaron cáncer. En ese momento mi mundo se vino abajo; nada tenía sentido, no podía concentrarme, no podía pensar, me cuestionaba que había hecho con mi vida, a dónde estaba yendo, que es lo que había logrado y mil preguntas más. Hasta que me pregunté algo que me cambió la vida: ¿soy feliz? Mi respuesta más sincera fue NO. No me consideraba una persona realmente feliz, y como iba a serlo si mi vida giraba alrededor de un círculo vicioso negativo. Vivía sumergido en la rutina, trabajaba todo el día, llegaba a mi casa con cero energías, cero ganas, dormía hasta tarde los fines de semana, salía toda la noche.
En ese momento vi que tenía dos caminos para seguir: ahogar las penas y refugiarme en el mundo que ya conocía o hacer un cambio drástico en mi vida enfocado en ser feliz. Me di cuenta que la vida es corta y cuando menos te lo esperes se puede acabar. Es importante que se hagan la siguiente pregunta: Si mañana te mueres (espero que no sea así), ¿te irías de este mundo siendo realmente feliz? ¿Siguiendo tus sueños? ¿O te arrepentirías de no haber hecho lo que en verdad querías? Todas estas preguntan me hicieron recapacitar y enfocarme en priorizar lo que siempre amé pero en el camino había perdido; la naturaleza, el deporte, viajar, vivir de día y no de noche.
El fin de semana siguiente estaba en una fiesta de mi trabajo (una cervecera jaja) ahogando las penas y un amigo me comentó que iba a correr la Maratón de Nueva York en noviembre, a lo cual no dudé ni un segundo en decirle que la iba a correr con él. Recuerdo ese momento como si fuera ayer, esa decisión fue el inicio de mi nueva vida. ¡Gracias Julio Bustamante!
Estuve tres meses preparándome para la carrera y lesionado (porque me lesioné) lo hice. Después de esa motivación, empecé a incursionar en el trail running (correr por las montañas). Una primera salida en enero del 2015 hizo que me enamore de este deporte. Poder complementar la naturaleza con correr me generaba una satisfacción que hasta el día de hoy no me canso de sentir.
En julio del 2016 corrí mi primera Ultra Maratón en la Desert Challenge de Paracas, completando 100km. La partida se dio el viernes 15 de julio a las 5:30pm en la Huacachina, Ica. Una hora antes de la partida recibí una llamada de mi papá donde me dijo: “Hijo, mañana estoy yendo a Paracas a verte llegar”.
Cuando lo vi siguiéndome en la ruta, la emoción se apoderó de mi y empecé a llorar de felicidad. Fue un momento único que voy a recordar el resto de mi vida. Mi papá se bajó del carro y caminó conmigo durante varios kilómetros. Me alentó durante el camino, dándome fuerzas para continuar. Me empecé a mentalizar, visualizar la meta, sentir el momento y empecé a correr nuevamente hasta que pude cruzar la meta lleno de felicidad.

Tags:



4 Responses to “Todos podemos cambiar”

  1. Katia dice:

    Qué lindo lo que e leído … Me a motivado a 1000

  2. Tibina dice:

    Super motivada pero cómo comenzar, quien podría ayudarme ya que nunca hoce deporte. Gracias!!!

  3. Elizabeth dice:

    Me encantó tu historia!. Me hizo recordar que debo ir tras mis sueños y lo verdaderamente trascendente. Un abrazo.

  4. Kira dice:

    Qué intenso ! El círculo vicioso nunca para y no es felicidad ! No extraño nada la noche ni las fiestas.

Deja un comentario