Si tú estás bien, yo también
Por Lorena Salmón | 14 de diciembre 2015Franco de Los Ríos es un entusiasta de la vida. Tal cual. Está metido en cuanto acción social haya, porque tiene la convicción de que ¨Cuando logras ponerte en el lugar del otro, entender y sentir realmente lo que las otras personas sienten o piensan, y en especial las personas en situación de vulnerabilidad, tu perspectiva de la vida cambia por completo¨.
El impulso de ayudar siempre estuvo latente en él, y no necesitó más que un empujoncito para dar el paso y lanzarse a esta piscina en la que muchos ya nadan y que se llama: somos uno y por eso ayuda.
Si bien, según su experiencia, el peruano aún no es solidario con su gente, ya que sólo ayuda cuando le pides; este año ha habido un cambio y un despertar. Según Franco: ¨Existe mucha gente acá que ayuda a los demás, que tiene proyectos maravillosos y contagia, me contagian. Además, hay otros que trabajan en silencio y que no les interesa aparecer en redes o medios, solo trabajan por los demás y es admirable, pero tienen que ser más.¨
Franco hace algún tiempo atrás no sólo dona su tiempo, sino también entrega su corazón en llevar adelante las tareas más nobles en un hombre; ayudar sin esperar nada más que la felicidad del que recibe la ayuda.
¿Por qué es necesario ayudar?
Es necesario porque hay alguien que lo necesita, así de simple. Hay quienes necesitan ayuda en temas de salud, educación, vivienda, alimentos, etc. Y además están los que necesitan ayuda para salir de la burbuja en que viven, para darse cuenta que hay algo más allá de su propia realidad.
Nosotros no obligamos a nadie, solo tratamos de crear herramientas que le sirvan a los demás para ayudar, tratamos de hacerte mirar hacia aquí, de reventar tu burbuja.
¿Qué áreas se necesitan impulsar?
Todas las que estén relacionadas con educación y salud. La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo, y eso es en lo que debemos enfocarnos.
Para lograr un sistema de salud efectivo y justo en el Perú, el gobierno debe dejar de administrar miserias, ponerse los pantalones y darle al pueblo lo que se merece, porque todos estamos cansados de escuchar que no hay dinero para invertir en salud, que el sistema de salud está en quiebra, cuando todos sabemos que hay dinero. A veces pienso que, para el gobierno, los peruanos nos somos su prioridad, y es lamentable.
¿Cuáles han sido los principales retos con los que te has enfrentado tratando de organizar acciones sociales?
Las trabas burocráticas de las instituciones. Tenemos claro que todo tiene un proceso para que funcione de manera ordenada, pero en el Perú todo está de cabeza y muchas veces hemos sentido hasta un poco de envidia y mala onda.
La indiferencia de las personas y la desconfianza también porque, aunque no lo creas, el peruano desconfía hasta del que te quiere ayudar.
Piensa: “Estos me están ayudando, seguro me van a pedir plata, tal vez me quieran estafar o hasta robar…”. La gente piensa así.
¿Cómo conseguimos educar a los demás en este campo, en el de la solidaridad?
Con el ejemplo. El ejemplo es la mejor manera de transmitir en casa valores, y no creo que haya una edad para que nuestros hijos comiencen a ser parte de actividades sociales. Yo no soy psicólogo ni pedagogo, pero trato de que mis hijas vean la realidad, compartan conmigo lo que hago y lo vean como algo normal, que se convierta en parte de sus vidas. Obviamente, nunca las obligo a nada y dejo que las cosas fluyan. Tiene que ser lo más natural posible y tratar de siempre explicar las cosas muy directa y claramente.
Sí, desde niños, que crezcan siendo solidarios, que comprendan el concepto de empatía y lo apliquen. Hoy, a los viejos no los vamos a cambiar, pero como ya lo mencioné, podemos hacer que mejoren en este aspecto, podemos pintarle la cancha, meterles el pase gol, podemos abrirles los ojos, reventar la burbuja.
Si nos unimos podemos lograr cosas alucinantes, pero para eso tenemos que creer, tenemos que confiar y tenemos que entender que si tú estas bien, yo estoy bien.
Tags: acción social
Estoy muy orgullosa de este reportaje. Estoy segura que nuestro país cambiará porque hay personas como Franco y Vanessa.
Linda
Los que conocemos a Franco sabemos de su espíritu, ojala seamos muchos mas.Felicitaciones!!!
Muy orgullosa de ser parte de la familia de Franco, su entusiasmo y entrega son admirables ..felicito a Linda y Cesar por lo que les corresponde en este emprendimiento generoso