Astrología y¿Yo?
Por Lorena Salmón | 18 de agosto 2016
Por Sammy Waldman
Todos tenemos momentos de crisis, unos más que otros, pero sinceramente nunca pensé que llegara a ese momento tan difícil en que sentí que toqué fondo, diciéndole al De Arriba que no podía más, y rogándole que dispusiera de mí. Dicen que cuando te encuentras entregado es cuando aparece la verdadera Fe y empieza tu proceso. Y es cierto. Yo lo comprobé.
Siendo arquitecto, dediqué más de 30 años a mi ejercicio profesional en mi propia empresa, obteniendo unos 800 mil metros cuadrados de experiencia e inmejorables relaciones en el gremio. Hoy tengo solo recuerdos, pues mi crisis personal me hizo perderlo todo. Es paradójico, dejar de Tener para llegar a Ser. Y en este propio trance aparece de nuevo la Astrología, una vieja y leal compañera de camino, que, con la profunda objetividad de hermana del alma, me reubica en el verdadero sentido de mi vida, me recuerda que nada está perdido y que aún me queda mucho por recorrer.
Comparto con infinita humildad estas líneas, en el mejor de los propósitos. Hoy estoy en Lima, agradecido con Dios y con la vida por esta segunda oportunidad, ahora en servicio, acompañando a quien me pueda necesitar en su propio proceso de evolución espiritual. Quien necesite conocerse (o reconocerse). Quien necesite de guía y de consuelo. Quien crea más en sí mismo que en las circunstancias. “La vida está hecha de causalidades, no de casualidades. Por eso estamos aquí”, les digo a mis compañeros de conocimiento en mis Talleres de Astrologia.
La Astrología es herramienta de auto reconocimiento. Tan precisa como el reloj en la medición del tiempo. Basada entre otras, en la matemática, la topografía y la astronomía, parte de principios científicos indiscutibles de fuerzas, vectores, longitudes y latitudes. Pero lo bello está en que la exactitud de estas ciencias las mezcla con la interpretación del consciente y del inconsciente del ser humano, como en una psicología sinfónica astral, combinada con el maravilloso e inexplicable mundo espiritual, que solo puede validarse en experiencias emocionales y sensibles, logrando una alquimia perfecta de entendimiento.
Podemos en ella comprender las cualidades energéticas que componen al ser humano desde el primer instante en que nace. Concebir cómo se comunica, como obtiene sus recursos, como ama y busca a su pareja, como será su salud y su trabajo, cuál debería ser su profesión ideal, entre muchas otras opciones. Pero lo más importante es que podemos ubicar su verdadero sentido de evolución espiritual y su realización como ser humano en este plano. Donde puede ser verdaderamente feliz. Y si todo esto fuera realmente poco, podemos ubicarlo en sus circunstancias personales para ayudarlo a tomar las mejores decisiones, e inclusive entender cómo funcionaría mejor la relación con sus padres, con su pareja, con sus hijos, con socios, con terceros… Nada mal, ¿no?
Cuando me preguntan quién soy yo, les respondo con orgullo: Su humilde servidor, un apasionado por la Astrologia y un arquitecto de profesión. En ese orden.
Con Cariño.
Sammy.
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La astrologia muy intetesante