Una chanchita feliz

 

¿Hace cuánto tienes esta mascota y por qué decidiste tener un cerdo en casa?

Peggy llegó a nuestras vidas hace 13 meses y medio, cuando ella tenía 1 mes y medio de nacida. Esta semana cumplió 1 año 3 meses de edad. La elegí como regalo de cumpleaños para mi esposo, quise sorprenderlo y fue el regalo perfecto.

Los minipigs son animalitos muy cariñosos con sus familias, siempre que estés en casa te buscarán para estar a tu lado y sentir tu calor corporal, tu cercanía y sobretodo tus caricias, les encanta que les rasques la pancita.

¿En qué ha cambiado tu vida?

 

En sí tener una mascota te enseña a ser más responsable. En el caso específico de Peggy fue así, mi esposo y yo aprendimos a ser más responsables en todo aspecto y también más cuidadosos ya que los cerditos son muy traviesos y a su llegada a casa tienes que reorganizar un poco para dejar fuera de su alcance cualquier objeto que pueda destrozar o que pueda hacerle daño. Por otro lado, con Peggy es casi imposible dormir hasta tarde un domingo o feriado porque el reloj que tiene en su estomaguito hace que se levante para pedirte su desayuno o para que la saques a pasear y haga sus necesidades fuera de casa.

¿Cómo la cuidan?
Peggy tiene las necesidades comunes de cualquier mascota: alimentación a sus horas, educación, compañía, tiempo de recreo, sesión de baño, su propio espacio que incluya su cama, comedero, arenero, juguetes. Los minipigs son animalitos muy cariñosos con sus familias, siempre que estés en casa te buscarán para estar a tu lado y sentir tu calor corporal, tu cercanía y sobretodo tus caricias, les encanta que les rasques la pancita. Un cerdito no requiere cuidados especiales, es igual a criar un perro (que es cuidado con amor y responsabilidad). Por esa razón Peggy acude a su veterinario para que la desparasiten y le apliquen sus vacunas.
¿Qué de ella es lo que más te hace feliz?

Su trompita, jaja. Para nosotros su nariz es «su trompita» y hace movimientos muy graciosos con ella. Pero creo que lo que más me hace feliz es verla feliz, su felicidad es algo que puedes sentir y al sentirla feliz (mi esposo y yo) sentimos que todo lo que hicimos valió la pena.
¿Cómo reacciona la gente en la calle cuanto te ve?

Uy de muchas formas, generalmente primero es un grito de emoción que casi te duele el oído y luego viene la sesión de fotos y las preguntas cotidianas: ¿nombre? ¿edad? ¿qué come? ¿va ha crecer más? ¿la bañas? ¿puedo tocarla? ¿se la van a comer?. Eso por un lado, por otro lado vienen unos pocos con ciertos comentarios desagradables que prefiero ignorar.
Siempre la vistes muy bonita, cuéntame alguna curiosidad que hayas tenido con ella en la calle

Es cierto, Peggy desde siempre ha usado la ropita muy mona, la vestimos así para nosotros, porque nos gusta verla hermosa y bueno a veces quienes la ven en la calle se emocionan más que nosotros, jeje. Una curiosidad, hace poco un chico me pidió permiso para tocarla, a pesar que le advertí que ella podía morderle él quiso intentarlo (bueno, guerra avisada no mata gente), él se agachó y estiró la mano para tocarle la cabeza, pero antes de lograrlo Peggy le gritó NOOOOOOO con todas sus fuerzas que el chico casi se cae de la impresión y yo no podía dejar de reir. La claridad de su NO fue increíble.

 

En tu casa, ¿son vegetarianos?

No somos vegetarianos, nunca lo hemos sido. Lo único que si cambiamos desde que Peggy llegó es que ya no comemos cerdo, en ninguna de sus presentaciones.

Tags: Felicidad, mascotas