Buscando mi fe (de templo en templo)

Por Lorena Salmón | 29 de diciembre 2015
1 Comentario

Fluir

Ayer estuve en una búsqueda. Una muy especial. Busque por última y por primera vez mi verdadera Fe. Empecé mi día tratando de meditar luego de liberar un poco el cuerpo con algunas asanas. Luego de muchas técnicas y respiraciones profundas, acepté que me ganaba mi cabeza y que me estaba forzando a mí misma a sentir paz, cuando solo había angustia y ansiedad. Casi que te rindes en la batalla. Igual la vida debe continuar. Me aliste sin estar ahí, me alimenté sin sentir que me nutria y salí al trabajo sin sentirme lista. El resultado de mi mañana en la oficina fue distractor en un 90% y finalmente devastador al 900% para mi sistema (cuerpo, mente y corazón cansados); por tratar de pretender que “todo está bien” cuando en mi pura naturaleza se nota el caos en mi interior. Mi balance estaba perdido pero una cosa me mantenía conmigo intentando y caminando perdida… Esa misma búsqueda, del lugar, tiempo y espacio donde pueda realmente encontrarlo y encontrarme. Primero llegue a una florería “Magic path” donde olí un Lillium blanco (mi favorito) y me dispuse a sanar y renovar mi energía entre espinas y pétalos de rosa. Seguí caminando por Miraflores y recogí mi memoria ya perdida (el disco duro externo que se me cayó hace semanas de casualidad), resignada y triste seguí caminando sola y entonces lo vi! El templo que fortaleció mi templo, el camino que me mostró el Tao en una forma peculiar. Me acerqué a la entrada y me encontré con la madre del templo, para ella quedo claro al verme que necesitaba hablar con Él, así que me limpie y entre al templo a reverenciarlo y por primera vez le hable directo y frontal en español (antes pretendía hacerlo en Taiwanés y creo que ese era uno de nuestros problemas de comunicación) finalmente sentí su compasión, su amor y su paz. Pero aun así fue temporal, así que seguí mi camino de regreso a «casa» y sentí que él me llamaba y que me tenía otra puerta bien abierta por algún lugar.
Entonces fui… De pronto me sorprendí a mí misma. Él me estaba esperando con toda una familia unida en su nombre y por su propia voluntad. Y si esto empieza a sonar religioso y Católico, es porque lo es. Ingrese a la Iglesia con ninguna expectativa de lo que pasaría y con mucha redención en mi corazón. Confieso que fue una experiencia bastante nueva para mí, y de pronto un gran amigo me invito a hablarle libremente desde el corazón abierto y desnudo de miedos, eso que todo el día estuve buscando hacer con El derrepente me lo regalan como si fuera mi santo. No sabía por dónde empezar, pero a la vez si sabía que tenía una lista infinita de agradecimientos y a la par de preguntas que hacerle… Este espacio fue un puro momento de constante y profunda meditación, pero no cualquier meditación… Esta era una meditación sagrada porque iba de la mano con una humilde y poderosa oración. Luego de una hora de MeditaOrar con Dios, tuve una revelación muy íntima. Todo este tiempo, días y años, lo busque, lo vi y lo sentí en rocas, rosas, mar, arenas, cielos en todo el universo! Pero nunca lo busque directamente en mi corazón, aunque sabía que lo tenía y ahí estuvo todo este tiempo. Solo la magia que hace la unión casi matrimonial de la oración y la meditación pudo llevarme a re descubrir mi centro de Fe, de amor por El (el verdadero amor incondicional que siempre nos da Dios) ese era el verdadero y mas gran secreto revelado ante y dentro de mí en esa maravillosa noche de entrega, de devoción de pura Fe en su hacer.
Si Dios sabe porque hace las cosas y está claro que son parte de su divino plan…
Porqué la mente humana fría, calculadora y egocéntrica debe cuestionarlo?
Todo estaba más claro ahora, toda esa confianza a ciegas que pierdes al abrir los ojos y mirar el abismo es tu Salto de Fe! Y así confirme que de templo en templo podría pasarme toda esta vida y muchas más, pero la mera realidad interdimensional es que mi cuerpo, mente y alma conforman ese Templo que me sostendrá de por vidas. Tan simple como esto, si al meditar escuchas a Dios y al orar él te escucha a ti, pues como vivir haciendo solo una parte, solo dar o solo pedir, solo pensar y no existir, solo caminar y no vivir disfrutando de cada paso aceptándolo con amor.
Hoy sé que mi Templo lo llevo dentro y a todas partes, porque mi señal de comunicación con Él está restaurada.
De nuevo y mil veces más Gracias Dios, Gracias Padre, gracias mágico universo.



One Response to “Buscando mi fe (de templo en templo)”

  1. Fiorella dice:

    Que genial testimonio de fe! Dios nos llama a todos de distintas maneras, y una vez que silencias tu mente y logras escucharlo, ya no hay nada que pueda silenciarlo de tu corazón.
    Una vez que Dios te llama, "ya fuiste", escuché una vez decir, y cuánta razón tenía!!!

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