Tejer para vivir

Por admin_feliz | 15 de septiembre 2016
5 Comentarios

 

 

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Soy de las que creció en un hogar en donde las artes manuales como el tejido, bordado y la costura acompañaron infinitas tardes de cháchara entre mi madre, abuela y tías queridas…”las arañitas” como cariñosamente les llamaban.

Soy de las que llevaba a los salones de artes de la PUCP en mi mochila palitos de tejer y un ovillopara no dejar de hacer nada en los descansos de los modelos que posaban desnudos en el Fundo Pando.

Un día me encontré en una tienda de pasamanerías en UK, un juguete para tejer, un ”french knitter”. De pronto un flashback a mi pasado…mi mamá enseñándome a clavarle 4 clavitos a un carrete de hilo de madera para hacer mi primer instrumento de tejido y yo loca feliz tejiéndome miles de cintas de colores para usarlas como vinchas y pasadores.

Aquel juguetito desencadenó una obsesión por el tejido. Diseñé y construí una máquina de tejido a gran escala. Quería ver hasta qué dimensión un instrumento podría llegar a ser considerado doméstico. Desde ese momento, todo mi trabajo tuvo que ver con el tejido.

Durante un año me dediqué a viajar por el Perú para aprender técnicas tradicionales del tejido. Mi misión era una suerte de estudio antropológico del textil. No era solo la técnica si no la vivencia de cada familia artesana de la cual mi curiosidad de gato quería entender y aprender. En Puno, aprendí todo sobre tintes naturales del gran maestro Alfredo Quevedo; en Ayacucho, Saturnino Oncebay me enseñó a tejer con telar de pedal; en Cusco, con Nilda Callañaupa aprendí a tejer telar de cintura…y es durante éstas visitas a pueblitos y comunidades textiles que viven sobre los 3,500mtsnm donde decidí que no tejería mas. No sería artista. Corte mis pinceles, empaqué los telares.

Al ver tanta desolación y olvido contraponiéndose a tanto talento, tanta riqueza de tradiciones de puntos, iconografías, recetas mágicas para hacer alfombras y tapices…decidí formar una empresa social, que a través del diseño textil pueda apoyar y dar trabajo a personas en aquellos pueblos.

KLAUD, agencia de diseño textil cumple 9años, de los cuales 3, he dedicado alma corazón y mucho hilado a La República del Tejido. Soy feliz cada día en mi trabajo. Viajando, conociendo artesanos talentosísimos, y entendiendo que todo mi esfuerzo se ve reflejado en cambio que poquito a poquito desde nuestro rubro estamos haciendo.

Soy de las que hace balances de fin de año; es tal vez una de las cosas que más me gusta de estas fechas, porque transito por mis recuerdos de los días importantes, de los alegres y de los tristes. Una de las resoluciones del año pasado y las mas importante, fue que retomaría el tejido en telar. Escribí en una libretita que me comprometía conmigo misma a buscar un espacio entre la vida de madre de dos niños, esposo, depa, perro y viajes a Puno por La República del Tejido.

 

Hoy voy y vuelvo, puntada tras puntada, dejándome llevar por una emoción o un instante donde me encuentro ENTRELAZADA. Es un proyecto de tejido personal, son tapices tejidos durante las noches de lo que va del 2016.

Me hace absolutamente feliz.

En cada punto, cada lazada, la sensación de tiempo desaparece, los movimientos repetitivos de tejer, es meditativo, me transportan a un lugar a donde siempre quiero volver, melancólica (quizá por que trae recuerdos de mi madre),  pero siempre optimista,  el nuevo camino; el que volveré a  tejer con esmero (espero) como siempre.

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5 Responses to “Tejer para vivir”

  1. Marcela Castillo Carrión dice:

    Gracias por compartir tu hermosa y aleccionadora historia de vida. También a mi, me han gustado mucho desde pequeña las artes manuales, y siempre me ví, comprando revistas de tejido y bordados en fin, pero con muy poco tiempo para ello, porque el tipo de trabajo que tenía no me dejaba oportunidad. Hoy, ya no trabajo todos los días por motivos de salud, pero al leerte me díó grandes deseos de empezar con lo que siempre deseaba hacer, artes manuales.!! Gracias otra vez, por este impulso para seguir con nuestros sueños…..

  2. Anónimo dice:

    Qué hermoso! Yo también soy arañita en Art Tricot, donde junto con mamá y hermanas tejemos la vida y hemos hecho de nuestra pasión también un modo de tener un ingreso vendiendo nuestros trabajos a las amigas. En pequeña escala, disfrutando y también contagiando. Para mi tejer es mi otro yoga, me acompaña y me contiene. Te dejo nuestro saludo arácnido: Que el hilo nunca se acabe, que las manos siempre respondan y que el corazón nunca se canse!

  3. Gina Arias dice:

    Hola me encAntó la publicación!! Tambien das clases de tejido? O conoces a alguien que pueda dictarme clases de tejido? Mil gracias.
    Saludos y buenas vibras!
    Gina Arias 🙂

  4. Elizabeth dice:

    Que hermoso cuando uno vive según sus sueños y pasión <3.

  5. Claudia dice:

    Me encantó. Te felicito por este deseo decrecuperar la tradición y tu espiritu emprendedor

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