Limpia tu clóset, limpia tu casa

El otro día se me ocurrió opinar sobre las ventas de clóset que diferentes personas hacen al fin de año: sigo sin entender cómo hay quienes venden lo que le sobra sin pensar en que hay tanta gente que necesita de una ayuda.

Ahora que estamos a fin de año, en estos días mientras esperamos la llegada del 2016, podemos tomarnos un tiempito para fijarnos con conciencia qué es lo que verdaderamente necesitamos o no.
¿Qué hice yo? Me pregunté: ( y es lo que todos deberían preguntarse alguna vez si están pensando en desprenderse de algo) hace cuánto tiempo no uso esto? Si la respuesta data de más de días, y se convierte en meses o en años; claramente ese objeto, prenda, artefacto, par de zapatos está obsoleto para ti.
Así que aquí va el primer consejo: encuentra lo que se ha convertido para ti en obsoleto.
Puedes hacerlo una mañana o toda una tarde o quizás puedas convertir este en un hábito diario.

Selecciona de todas esas cosas qué puede ser útil para alguien más: evita regalar o donar lo que está roto o en mal estado. Recuerda que si en efecto la gente que lo recibirá se contenta con poco, no significa que te deshagas de tu basura para regalarles a los demás. La compasión no se mide así.

Quizás estos gráficos te ayuden:

Haz una lista de los lugares / entidades/ personas que crees que puedan beneficiarse con tus cosas y contáctate con ellas. Aquí una ayudadita: Juguete pendiente puede recibir todas tus donaciones.

Segundo consejo: No compres si no necesitas. Justo acaba de ser Navidad, la época máxima del consumismo y de encontrar la mínima excusa para comprar lo que falta. Estoy segura que después de darle una exhaustiva mirada a tu clóset o casa, descubrirás que no te falta mucho.

Tercer consejo: practica tu desapego aprendiendo a dejar ir. No podemos acumularlo todo. De hecho acumular cosas da una señal incorrecta al universo, de que tenemos abundancia y no necesitamos más.

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