Cómo mantener los pies sobre la tierra

Hace poco, aunque muchos de ustedes no supieron, estuve internada en la clínica por varios días sintiéndome muy mal. Mi esposo y familia me decía que me concentrara en todo lo que había aprendido con el yoga para controlarme, pero no: estaba absolutamente fuera de control, completamente asustada  y sin poder respirar con calma.

Me di cuenta que aún tengo un largo camino por recorrer y tanto más que aprender sobre mi y mis miedos. MI mamá me preguntaba: Lore, ¿por qué te da tanto miedo la enfermedad?  yo le respondí: porque me duele.

Soy muy sensible y mi umbral del dolor es muy pequeño.

En una situación como esa que claramente no pude manejar los primeros días de peores síntomas  (infección estomacal), me hubiese encantado poder centrarme, respirar y ser más valiente.

Creo que estas herramientas hubiesen sido ideales:

1. Centrar mi atención – o la suya- en nuestra respiración. Necesité de un colonia .- los aromas cítricos levantan el ánimo y ayudan a las naúseas- para respirar hondamente de nuevo oliéndola, pero no hay herramienta más poderosa para aterrizar en el momento presente que prestando atención a nuestra inhalación y exhalación. Podemos inclusive contar mientras respiramos, del 1 al 4.
2. Sé conciente de tu cuerpo. Es importante poder tomar nos unos minutos al día para ser concientes de cómo nos encontramos, cómo está nuestra postura, si tenemos la espalda recta, si abrimos el corazón, si algo nos duele, Escanear el cuerpo mientras respiramos nos permite relajarnos.
3. Haz una lista mental de las cosas por las que te sientes agradecido: piensa en tres razones que te provoquen una sonrisa y un corazón hinchado, nunca falla para darnos cuenta que estamos bien, pisando firme y fuerte.