Suelta
Por Lorena Salmón | 3 de agosto 2016
*ArtÃculo originalmente publicado en La Mente es Maravillosa.
La culpa y la preocupación forman parte de nuestras zonas erróneas, y aunque sean dos emociones diferentes, en realidad podemos situarlas en los extremos de un mismo continuo. AsÃ, cuando nos culpabilizamos por algo estarÃamos desaprovechando el presente por estar inmovilizados por lo que ocurrió en el pasado, y cuando nos preocupamos, nos inmovilizamos por algo que se encuentra en el futuro, y sobre lo que no solemos tener el control. Ambas coinciden por lo tanto, en inmovilizarnos en el presente.
El remordimiento por algo que sucedió ayer, y el miedo a lo que nos pueda traer el mañana, es lo que nos suele volver locos en nuestro dÃa a dÃa. El mundo está lleno de personas que se encuentran mal por algo que no deberÃan haber hecho o asustados por cosas que pueden llegar a pasar. Y quizás, nosotros tampoco seamos la excepción.
 ¿Qué hacer?Pregúntate qué evitas en el presente por culpa del pasado. AsÃ, poco a poco irás eliminando la necesidad de culpa.
Empieza a aceptar de ti mismo cosas que has escogido, pero que puedan molestar a la gente. Es necesario que tú te apruebes a ti mismo, pues asà desaparecerá la culpa que puedes sentir por no obtener la aprobación de los demás. –
Comienza a hacer un diario de culpas, en el que apuntaras todas aquellas situaciones en las que te sientes culpable, indicando que pierdes tiempo en el presente por angustiarte por el pasado. Esto te permitirá profundizar en tu culpabilidad.
-Trata de enseñarle a las personas con las que te relacionas, y que tratan de manipularte a través de la culpa, que tú eres capaz de enfrentarte a las desilusiones que les provoque tu comportamiento. El resultado tardará en aparecer pero cambiará cuando vean que no pueden obligarte a sentirte culpable.
Tags: culpa, remordimiento
especialmente hoy dia necesitaba esta reflexion . Gracias