Para la guerra, nada

(gracias a mi hija Antonia, por enseñarme sobre ésto)

El proyecto nace de la cantautora Marta Gómez, caleña que vive en Barcelona, que seguro como todos los humanos con compasión y conciencia; está harta de los conflictos y las guerras. Así que cansada de las noticias de Israel y Palestina, decide darle vida a la siguiente idea:

“Para el viento una cometa/ para el lienzo un pincel/ para la siesta una hamaca/ para el alma, un pastel/ para el silencio una palabra/ para la oreja un caracol/ un columpio pa la infancia y al oído un acordeón/ para la guerra, nada’.

Una canción que inspira, que provoca amor, solidaridad, y sobretodo unión: la idea era grabar una canción y compartirla con amigos músicos para que éstos añadan nuevos versos, aprovechando la llegada de las redes sociales. Músicos de todo Latinoamérica se unieron al acto. La canción se viralizó, la página del facebook creció. El mensaje llegó y sigue llegando porque cada vez se unen más músicos con sus propias estrofas. La canción es pura magia.
EL resultado es esperanza pura para la humanidad.

Provoca sumarse uno y cantarle a la vida.
Ahora sólo cierren los ojos, abran el corazón y recuerden: para la guerra nada.