Mamá de vocación
Por admin_feliz | 26 de octubre 2015Tenía 19 años, estudiaba fotografía, me veía recorriendo el mundo cubriendo guerras. El modelaje me permitía vivir sola, no me iba mal aun cuando llevaba una vida algo desordenada: salía mucho, dormía poco, comía pésimo y a pesar de tener una relación que acababa de empezar, podia llegar a sentirme muy muy sola.
Estaba cubriendo una huelga, corría de un lado a otro y las piernas me temblaban, me sentia agotada, mareada por ratos, me sentía no sé…diferente. Compré uno de esos test de embarazo -sólo para quitarme la idea de la cabeza- estaba segura que daría negativo -siempre tuve suerte!- Un bebé? no, no eso no me podía pasar, a mi no!…
Y pasó. Esas dos rayitas rojas aparecieron al instante. Pensé en abortar para poder continuar con mis planes, no tenía una relación estable ni un trabajo fijo, tampoco la madurez para afrontar tremenda responsabilidad…pero al mismo tiempo empecé a sentirme más mujer que nunca, maravillada, como si algo mágico estuviese sucediendo ahí dentro. No sabía que hacer. Me senté, cerré los ojos y me propuse tomar una decisión con el corazón.
9 meses después ella estaba aquí, hermosa, con unos ojos azules enormes. Lo entendí todo. Nunca antes había sentido esas ganas locas de querer ofrecerle el universo entero.
Mi vida cambió. No soy fotógrafa de guerra, mi relación con su papá terminó al poco tiempo, no ha sido fácil pero puedo decir que a mis 22 años conozco lo que es el verdadero amor…amor que me hace llorar de felicidad al pensar que soy mamá de un ser tan bello.
Verla sonreír, verla disfrutar de la naturaleza tanto como yo, viajar juntas, escucharla cantar, caminar de la mano, recibir sus besos o simplemente, verla dormir.
Gracias a ella soy más humana, me descubrí como mujer, comprendí lo importante que es alimentar el alma para convertirse en un ser ecuánime lleno de tranquilidad, tranquilidad que ella pueda disfrutar; aprendí que si quiero verla feliz, antes debo serlo yo y que cuando uno decide con el corazón el universo confabula a tu favor y todo, absolutamente todo estará bien.
Tags: mamá soltera
Saludos son bellas las dos 🙂
Que hermosa historia. Ser madre es una experiencia única. Estefanía describe lo que exactamente sentimos las madres. Bellas!.
Hermosas las dos!
Mi sentimiento es de orgullo y admiración, un ejemplo de cómo deben afrontarse situaciones que nos llevan al límite, de hecho papá y mamá estarán siempre a su lado para ser el soporte que su experiencia de vida necesita…
Dios te bendigaa a ti y a tu hermoza reina =) que sean muy felices Siempre =)
Que linda historia Estefanía los hijos tienen ese poder de hacernos mejores personas y las que somos madres lo sabemos ellos son nuestro amor único y verdadero para toda la vida . Que Dios bendiga a Lara que es una niña muy dulce y bella tanto por dentro como por fuera y de igual manera a ti.