El arte de dejar ir

Por Lorena Salmón | 25 de mayo 2017
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No podemos negarlo: nuestra mente tiende a aferrarse y la costumbre de aferrarnos nos hará creer que es natural que no dejemos fluir la vida.

Para el budismo uno de los principales factores del sufrimiento es el apego, después del deseo y la ignorancia. En orden: la ignorancia nos hace suponer que deseamos un objeto o condición y ese deseo genera un apego de lo que vamos consiguiendo y de las sensaciones que eso nos genera.

 

¿Cómo evitarlo entonces?  El maestro budista Alan Wallace, autor del libro  libro Stilling the Mind, sostiene: 

La técnica para no aferrarse a los pensamientos es la observación de la mente, también llamada «tomar la mente como camino». Esta es una de las cuatro aplicaciones del mindfulness (recordación, atención plena)  y lo que señala es que observar sin distraerse o aferrarse, sin juicios de valor, hasta que los pensamientos se disipen.

 

 

 

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