LIBROS PARA MUJERES FUERTES

Una lista de libros para “mujeres fuertes” podría ser interminable…y ya no hay espacio para tanto.

Orgullo y prejuicio. Leí esta novela en mi adolescencia y me fascinó. Imagino a su personaje fundamental, la desafiante Elizabeth Bennet, igualita a Jane Austin, su autora. Nunca dejo de pensar cómo habrá sido la vida de esta entrañable escritora hace 200 años, cuando el mundo de las mujeres era, digamos, del tamaño de un dormitorio.

La plenitud de la vida. Todas las universitarias de mi generación (hablo de comienzos de los setenta) llevábamos a Simone de Beauvoir en la cartera. Disfruté de “Memorias de una joven formal” pero “La plenitud de la vida” me pareció formidable. Aprendí con este libro el verdadero significado y valor de la palabra “independencia”.

Memorias de Adriano. Marguerite Yourcenar narra la historia –en primera persona y eso es genial- del mítico emperador romano. La vida de ella, por cierto, fue tan intensa como la de Adriano. Vivió con una mujer muchísimos años pero al final de su vida se enamoró de un hombre bastante más joven que ella. Y fue felicísima.

Madame Bovary. No hay heroína más desdichada que la adúltera Emma Bovary, notable personaje creado por Flaubert y cuya historia nos atrapa cada vez que la tenemos entre manos.

El tiempo de las mariposas. Recién me enteré que Julia Álvarez, la autora de este libro, es también poeta. Cuánta sensibilidad, ahora me explico, para contarnos la historia de las hermanas Mirabal, valientes muchachas que terminaron cruelmente asesinadas por enfrentarse al dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo. El día de su trágica muerte, 25 de noviembre, es ahora y a nivel mundial el “Día de la no violencia contra la mujer”.

Sor Juana en la cocina. Juana Inés de la Cruz (que según Octavio Paz “tuvo que neutralizar su sexo –en una sociedad de valores culturales masculinos- para poder acceder al ansia de conocer»), es lo máximo. Y es que no solo se dio tiempo para escribir poesía sino para cocinar. Este librito, de Mónica Lavín y Ana Benítez Muro, reúne (y reinterpreta) 38 recetas recopiladas por la famosa monja a quien le pertenece esta frase: “Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito”.

Arráncame la vida. Ángeles Mastreta es una de mis narradoras favoritas, además, me encanta que sus personajes femeninos terminen siempre haciéndose dueños de sus propias vidas.

Travesuras de la niña mala. Divertida novela de nuestro Nobel que se devora de un tirón y que nos recuerda que, afortunadamente, las chicas malas “están en todas partes” (y las buenas, qué pena, solo “en el cielo”).

La ridícula idea de no volver a verte. Rosa Montero logra hacer una biografía de madame Curie, la célebre científica, realmente memorable. Ella misma, que aprovecha de este libro para despedir al esposo muerto, queda conmovida con la historia de Marie Curie, la mujer que entregó su vida a la ciencia pese a las mezquindad de sus colegas.

(Ella). Acabo de comenzar a leer la celebrada novela de Jennifer Thorndike. Es perturbadora. Sigo en ella.

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