La importancia del silencio

¿Sabías que 7 minutos en silencio al día son suficientes para bajar tu presión sanguínea? Así de poderoso. El silencio tiene una energía que puede calmar una mente agitada

Es por eso, que no hay mejor manera que comenzar el día así: en silencio. Aprovechar la calma de una mente descansada. La mente se calma, respiramos presentes y atraemos pensamientos positivos.

La tarea es un reto: hay que darnos un tiempo para parar. Cerrar los ojos, respirar profundo y lento y entrar en silencio durante un minuto. Así hasta cumplir 7.

“Esas paradas son como un freno a tu vida. Si un carro no para en el semáforo se estrella, es lo mismo que tenemos que hacer nosotros, o de lo contrario tendremos muchos choques con otras personas”, sostiene el director del centro espiritual Brahma Kumaris en Hungría y Turquía.

Una vez dominado el miedo inicial a encontrarse con tu propia mente, la dinámica sirve de espejo, y luego en una ventana con oportunidades para cambiar.

¿Cómo hacerlo?

No hablar. Abstenerse de lenguaje oral.

No gesticular. Aunque parezca increíble, son muchos los que creen cumplir con el silencio si no profieren palabra, comunicándose con los demás mediante muecas o gestos.

No leer.

 Desconectar los teléfonos móviles. Pasar un momento sin comunicación con el exterior es algo, por lo general, superior a nuestras fuerzas. Sin internet, todo colapsa. Pero es complicado estar conectado hacia adentro, si estamos conectados por fuera.

En un lugar silencioso una persona está consigo misma, sólo ella y su mente, su corazón y su cuerpo. Es ahí donde debes aprender a escucharte.

Estar en silencio contribuye a una vida productiva, grandes científicos, escritores y filósofos dan fe de eso. Hasta la abeja es más productiva no cuando zumba sino cuando silenciosamente chupa la miel de las flores e incidentalmente ayuda en su polinización.

 

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