5 lugares de Lima que deberías conocer sí o sí ( y sobre su pasado)

1. El Parque de la Exposición

En 1872 el gobierno peruano organizó la Exposición de Lima, que buscaba mostrar al mundo los adelantos tecnológicos, agrícolas y culturales que había alcanzado Lima, la Perla del Pacifico, como era llamada en aquellos años.

Sobre una gran extensión de terreno se construyeron pabellones y hasta un edificio principal, de los cuales aún existen el antiguo Palacio de la Exposición, hoy MALI (ubicado en el Paseo Colón) y los pabellones conocidos como el Presidencial, el Morisco y el Sismográfico, todos de 1872. En esta exposición también se hicieron vuelos en globo aerostático, habían juegos de todo tipo, un zoológico, una laguna y un gran reloj de 3 pisos de altura conocido como el reloj de Pedro Ruiz Gallo.

Con el paso de los años el parque ha cambiado pero sus antiguos edificios recuerdan el espíritu festivo y social que siempre identificó a los limeños.

2. El Parque Hernán Velarde

Como un oasis de paz en medio del caótico tráfico y bullicio de la zona de la avenida 28 de Julio, Paseo de la Republica, avenida Petit Thouars, se encuentra el escondido Parque Hernán Velarde, exactamente entre la primera y segunda cuadra de la avenida Petit Thouars.

Bellas mansiones de estilos arquitectónicos diversos ocupan el espacio de lo que fue a inicios del siglo XX el gran velódromo de la ciudad, y que luego fuera un galgodromo para la carrera de perros administrada por la Kennel Club del Perú. La forma actual del parque aún conserva lo que fuera la pista de carrera de ambas instituciones que funcionaron antes allí. Es desde la década del 30 del siglo pasado que se empezaron a construir casonas en este lugar y ellas son testimonio del exquisito gusto de los limeños que apreciaban la calidad de vida, el espacio y el gusto visual en sus residencias.

3. La Plaza San Martín

Para muchos es la segunda plaza más importante de Lima, después de la Plaza de Armas. Y razones no le faltan. Un hermoso espacio que invita a los transeúntes a detenerse, y que como todo lugar de nuestra antigua Lima encierra ricas e interesantes anécdotas.

Este espacio fue abierto a partir de la demolición de una serie de casas y hasta la desaparición de una calle llamada Faltriquera del Diablo, todo esto a partir de 1910. Sin embargo es en el año 1921 con la inauguración del Monumento al Libertador Don José de San Martín que toma este nombre. El día de la inauguración cuando el presidente de la Republica tiraba la cuerda para develar el monumento, la cuerda se hizo nudo y esta no caía. Tuvo que trepar un niño para deshacer el nudo y por fin quedase expuesto el bello trabajo del escultor español Mariano Benlliure. Pero luego se presentó otro problema: el niño no pudo bajar al caer la cuerda y la tela, y quedó atrapado arriba. Tuvieron que venir los bomberos con una escalera larga a rescatar al niño -llamado Artidoro Cossio-, que se convirtió en el héroe de la inauguración de este monumento.

 

Cuando se abrió el espacio que hoy es la Plaza San Martín, dos antiguas plazuelas que ya existían en el lugar quedaron integradas a esta: la antigua Plazuela de San Juan de Dios, que hoy es el estacionamiento adelante del Hotel Bolívar; y la Plazuela de La Micheo, que hoy es el espacio triangular adelante del Club Nacional.

 

4La Plaza Dos de Mayo

Llamada en las primeras décadas del siglo XX “la Plaza más hermosa de América”, el conjunto urbano-monumental del Dos de Mayo se ubica donde estuvo un antiguo ovalo desde la época virreinal de Lima, llamado “de la Reina”.

Al día siguiente del combate marítimo del 2 de mayo de 1866, que significó una victoria de los países aliados americanos contra una flota española, el gobierno peruano ordeno edificar un monumento a esta unión americana y a los caídos en la defensa del Callao. Fue en 1874 que finalmente -luego de haber sido exhibida en los Campos Elíseos de Paris, Francia- se inaugura la columna en homenaje a este episodio histórico y en honor a 4 países: Perú, Chile, Ecuador y Bolivia. 50 años después, en 1924, se construyen 8 hermosos edificios de estilo “segundo imperio” que le dieron marco a este bello monumento, convirtiendo esta plaza en una de las más bellas de Lima y de claro aire afrancesado, como era la moda en aquellos años.

Hoy venida a menos, aún conserva muchos elementos artísticos, históricos y arquitectónicos que fácilmente -previa puesta en valor- pueden devolverle el título de la Plaza más hermosa de América. Motivos le sobran.

5 La Alameda de los Descalzos

Desde la época virreinal, el Rímac fue el lugar escogido para los paseos, alamedas y lugares de recreo. Además de las ahora desaparecidas alamedas de Acho, de Piedra Liza, del Tajamar, de Guia, etc. existe desde el año 1611 la Alameda de los Descalzos, y desde fines del siglo XVIII el Paseo de Aguas.

La Alameda de los Descalzos es un paseo de aproximadamente 400 metros de longitud donde entre sus jardines y veredas se encuentran 12 esculturas de mármol de gran tamaño, que representa cada uno a un signo del zodiaco -que lo lleva tallado en algún lugar-, y que además también son representaciones de dioses de la mitología griega, colocados en un paseo limeño cuando la cultura clásica era algo normal en las escuelas y que representaba el adelanto cultural de nuestra ciudad, esto en el siglo XIX.

Ahora en remodelación, en poco tiempo será reabierta al público y podrá apreciarse en toda su magnitud, además de los edificios que la rodean, como las iglesias del Patrocinio y de Santa Liberata, además del Convento franciscano de los Descalzos.

 

David Pino
Director de Lima la Única

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