5 escritoras peruanas 5

Aunque por imposiciones conservadoras y tradicionales la mujer en nuestro país se vio durante muchos años postergada en diversos sectores de la vida nacional, eso no ha impedido que pudiera vencer distintos obstáculos y figurar con tanto brillo como muchos hombres en nuestro horizonte. La literatura no ha sido una excepción a esto: diversas autoras de nivel destacan en nuestras letras contemporáneas, tanto en nuestra poesía como en la narrativa. A continuación, una lista de cinco libros de escritoras peruanas que todos deberíamos leer.

*Canto villano de Blanca Varela (1978). Quizá el libro más brillante de esta poeta de reconocimiento internacional. En esta colección, Varela expresa, entre otros reclamos y búsquedas, su visión del desamor en el hermoso poema Monsieur Monod no sabe cantar (“porque ácido ribonucleico somos / pero ácido ribonucleico enamorado siempre”) y sobre la derrota existencial en el poema Carrera (“digamos que ganaste la carrera / y que el premio era otra carrera / que no bebiste el vino de la victoria / sino tu propia sal / que jamás escuchaste vítores / sino ladridos de perros / y que tu sombra / tu propia sombra /fue tu única / y desleal competidora.) Un libro que con los años va creciendo en la memoria de sus lectores.

*Ximena de dos caminos de Laura Riesco (1994) Cuando esta novela apareció, sorprendió a la crítica por el complejo tratamiento del mundo infantil que Laura Riesco había logrado erigir en estas páginas. Ximena, una niña de cinco años que vive en un campamento minero de la sierra del país descubre precozmente la crueldad, la desigualdad, la sorpresa ante los hechos que componen la realidad y las dificultades de las relaciones humanas, incluso las más simples. Junto a Un mundo para Julius de Alfredo Bryce representa uno de los libros más acabados acerca de la infancia en nuestra literatura.

* Noches de adrenalina de Carmen Ollé (1981) Ninguna escritora peruana, en general, había exhibido con tanta impúdica y crudeza su sexualidad, sus deseos y las miserias cotidianas de la femineidad como Carmen Ollé en su primer libro de poemas. Noches de adrenalina causó un verdadero escándalo en la pacata Lima de principios de los años ochenta al exponer las más oscuras apetencias y temores de una mujer al borde de los treinta años, aquellas que las convenciones sociales prohibían ventilar. Una poesía fresca, cuestionadora, punzante y que cambió de forma radical la forma de escribir de sus contemporáneas en los años siguientes.

*En mitad del camino recorrido de María Emilia Cornejo (1989). Precursora de Ollé, Cornejo era una joven estudiante sanmarquina que se suicidó a los veintitrés años, víctima del desengaño amoroso y de la depresión. Si bien nunca publicó un libro en vida, dejó un cuaderno de poemas donde el desgarramiento, la confesión descarnada, la infidelidad, el hastío sexual y la tristeza invencible reinan e imponen sus condiciones. De este libro destaca uno de los poemas más hermosos de nuestra lírica, Soy la muchacha mala de la historia, que es, sin duda, una de las primeras muestras literarias de la liberación de la mujer que comenzaba a manifestarse a principios de los años setenta.

*La primaria, de María José Caro (2012) Elijo cerrar esta lista con una narradora joven y prometedora. María José Caro es autora de un breve pero satisfactorio libro de cuentos acerca de una niña que va creciendo y conociendo las actitudes y códigos del mundo adulto así como las pequeñas tragedias de la infancia. Lo valioso del libro es que no queda solamente en la anécdota, sino que trasciende los hechos para explorar, con mucho acierto, la sicología y el entendimiento de una niña de clase media que se debate entre la felicidad, la soledad y el asombro. Vale la pena seguir el trabajo de Caro en los próximos años.

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