Cómo lidiar con nuestra soledad

No es un secreto que los seres humanos corremos, huimos de lo incómodo, de las emociones no placenteras, de las molestias  físicas, del dolor y sobretodo de la soledad.

La soledad nos pesa, nos aterra, nos incomoda. La relacionamos con finales tristes, con historias de fracasos, con un estado al que no queremos llegar.

No obstante, la soledad es un espacio que nos invita a conocernos, a mirarnos hacia adentro, nos llama a la introspección,  nos puede llevar a la iluminación. Es un espacio que todos debemos aspirar a gobernar.

Aprender a estar solos con nosotros mismos es una de nuestras principales tareas. Porque aburrirse con uno mismo es una señal de falta de autoestima que luego se traduce en tantas otras dolencias.

¿Cómo podemos comenzar a hacer amistad con la soledad?

Trayendo la atención hacia nuestra respiración y enfocarnos en nuestro flujo natural de inhalación y exhalación.

Necesitamos un espacio cómodo. Mantener una postura cómoda- generalmente piernas cruzadas y espalda recta. Cerrar los ojos y enfocarnos en nuestra respiración.

Practiquemos todos los días de una semana por 5 minutos este ejercicio.

Me cuentan sus resultados.