A comer mejor

Por Lorena Salmón | 1 de marzo 2016
1 Comentario

Mi hija es adicta al azúcar,  no puede vivir ni un día sin comer algo dulce y mi lucha diaria por disminuir su consumo a veces tiene batallas perdidas, sangrientas, nefastas.

Así que imaginen mi cara mientras entrevistaba   a  Karissa Silva, directora, fundadora, increíblemente creativa mujer detrás de La Revolución- una organización sin fines de lucro  que tiene como motor y motivo poder enseñarle a la gente a comer bien- y ella me decía que  lo máximo que un niño debería comer de azúcar debería ser 3 cucharaditas. Nada más.

Mientras la oía hablar con tanta sensatez, compartiendo además completamente todas sus creencias, contaba los paquetes de galletas, los dos helados diarios en verano, el kekito de la tarde que mi hija tranquilamente puede comer en un día.  Madre mía. Quería salir a autolatigarme por mala mamá.

Así que ante su sabiduría, también es mamá, le confesé mi problema: mi hija no puede vivir sin azúcar. Karissa me llevó al terreno de la calma y me dijo muchas cosas muy sensatas que quiero compartir.

  1. El vínculo con la comida tiene que ser un vínculo que se genere a través de nuestros sentidos  y debe ser un vínculo placentero. Por eso: jamás se debe discutir en la mesa. Mientras comemos, debemos dejar que nuestros sentidos exploren los alimentos a nivel de textura, colores, sabores y sentirse bien. Estar presentes, saborear, masticar. Ojo, tampoco sirve si obligamos a nuestros hijos a comer y hacemos un drama en la mesa. Tiene un efecto al revés.
  2. Los niños entienden. Mientras más se vinculan con el proceso de cómo nace nuestro alimento: que crece gracias a la energía del sol, en la tierra, que se va desarrollando poco a poco; y comprenden el origen de la comida procesada; más se inclinan por una alimentación más saludable. Eso sí, hay que tener paciencia y tiempo para enseñarles y educar. Tampoco, mamás, vamos a pretender cambiar la alimentación de la casa una mañana a otra. Yo lo hice, y soy la bruja mala.
  3. Tener un huerto   en casa  es una bendición. Así no sólo auto abasteces  tu hogar sino que tus alimentos van a estar libres de cualquier químico tóxico.
  4. Consume verduras y frutas de estación. Porque todas las que encuentras fuera de temporada, han sido manipuladas para que crezcan en esta época.
  5. Anda al mercado, encuentra un casero fiable y conversa con él: pregúntale que fruta y verdura son de la temporada y consume esas.

Todo esto aprendí conversando con Karissa una hora. También que La Revolución tiene como intención poder hacer llegar su mensaje educativo acerca de  una alimentación sana a la mayoría de colegios públicos que pueda. Para eso, necesita sostenerse y dicta una serie de talleres maravillosos que todo padre o no padre debería llevar con o sin sus hijos. Además cada cuanto organizan maravillosas cenas temáticas que deberían ser parte obligatoria de mi agenda.

Así que si quieres darle una mano o conocer  más sobre su maravillosa propuesta dale clic aquí 

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One Response to “A comer mejor”

  1. María José dice:

    Lorena, hago clic en "aquí" y no entra.
    Como
    Hago para contactarla?

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