La música lo cura todo

Por Lorena Salmón | 11 de mayo 2016
1 Comentario

Por Leonardo Camacho

Sobre el poder curativo de la música

La música lo es TODO.

El cosmos esta conformado por cinco elementos. Enumerados por orden de densidad: Tierra, agua, aire, fuego, éter. El éter es la materia sutil que conforma los espacios en la naturaleza, y es la materia sobre la cual viaja el sonido. Gracias a este nivel de sutileza, el sonido tiene la capacidad de penetrar toda la naturaleza, y de viajar en todas las direcciones del cosmos. El sonido tiene la capacidad de penetrar y vibrar en cada tejido, célula, molécula y átomo de nuestro cuerpo.
Cuando Dios creó, primero fue el Verbo. Tiene sentido.

Mientras que el sonido puede ser desordenado y caótico, la música se diferencia en que tiene ritmo, tonalidad, intensidad y timbre, es decir: tiene un orden y una intención. Solo una unidad de conciencia elevada como el ser humano puede darle forma, intención y valor al sonido, convirtiéndolo en música.
La música transporta ideas, pensamientos, emociones, deseos. La música puede ser un arma letal, como también un instrumento de éxtasis y trascendencia.

Sabiendo todo esto, somos conscientes de la música y el sonido al que nos estamos exponiendo?

En la ciencia del yoga, se describen las fuerzas sutiles de la naturaleza en tres categorías: 1. Tamas: Inercia, letargia, oscuridad, ignorancia. 2. Rajas: Movimiento, acción, creación, pasión. 3. Sattva: Equilibrio, paz, iluminación, bondad. La música como un elemento sanador se ubica en Sattva, tal como la comida vegetariana libre de violencia, los espacios amplios, la limpieza y la pulcritud, el momento del alba, la práctica del yoga, la virtud.
Ciertamente la música tiene el poder de purificar la conciencia, iluminar nuestro camino, levantarnos de la depresión, reconciliarnos con el mundo y con nosotros mismos, saltar las vallas de nuestro condicionamiento humano.

De todos los instrumentos musicales, no hay duda de que el mas poderoso es la voz humana: el canto. No todos nacemos con la capacidad de cantar. Hay un proceso que requiere de mucha práctica, paciencia y tenacidad hasta alcanzar el despertar de la voz propia. Esa experiencia de despertar la voz propia, es decir: la capacidad de la expresión original intrínseca de cada ser humano, es una experiencia revolucionaria. La vibración del canto penetra su propio cuerpo y despierta su energía kundalini. El cantante transporta por el aire la intención de su canto hasta los rincones del espacio que ocupa, la piel se eriza, la mente se calla, los corazones se despiertan.

El canto tiene la capacidad de conectarnos con la Divinidad: el origen de todo, y la fuente del Amor absoluto. Es aquí donde el Mantra toma protagonismo.
Mantra significa Control de la Mente. Según los textos antiguos de la ciencia del yoga (tal como el Bhagavad Gita) la mente transporta emociones y pensamientos, muchos de ellos indeseables. Nosotros estamos todo el tiempo a la merced de estas olas de pensamientos y sentimientos, sumergidos en una vorágine interminable de ilusión que no nos deja en paz, ni en sueños. Mientras uno no aprenda a domarla, siempre será nuestra enemiga.
Controlar la mente se vuelve imperativo para quien desea ser dueño de sí mismo y de su destino, el destino del yogi. No hay forma de obtener una satisfacción verdadera y un camino constante de iluminación si uno no emprende el proceso de controlar su mente a través del canto de mantras.

De todos los mantras, mi favorito siempre fue el Maha Mantra Hare Krishna. Mi maestro espiritual luego me confirmó el poder de este mantra, y me explicó que para esta era en la que vivimos, el canto del Maha Mantra es el proceso infalible autorizado por los maestros y yogis que han alcanzado la autorealización y la trascendencia: El éxtasis del Amor Divino.
Uno puede complementar su práctica diaria de yoga con la práctica del canto de mantras, ya que no hay restricciones de tiempo y lugar para cantarlos. Puede practicarse de varias formas: 1. En meditación, recitándolo con una japa mala (rosario de 108 cuentas). 2. En sakirtan, es decir: el canto grupal. 3. Mentalmente: Recitándolo silenciosamente de forma constante.

Otros mantras populares en India y en el mundo del yoga son: 1. Om Namo Bhagavate Vasudevya: que es una invocación al aspecto personal de la divinidad 2. Om Namah Shivaya: es una invocación al guru original del universo. 3. Om Gam Ganapataye Namah: la invocación al popular Ganesha, quien nos libra de todo obstáculo hacia la trascendencia.

Sea cual fuere nuestro nivel de conciencia actual, la música nos acompaña siempre trayéndonos recuerdos, despertando anhelos, moviendo cada extremidad de nuestro cuerpo, elevándonos por encima de la bruma de nuestro condicionamiento, estrechando corazones, erigiendo culturas, trascendiendo fronteras. Es iluso subestimar su poder. Pregúntenle al agua. El doctor Masaru Emoto lo hizo hace algunos años. La respuesta del agua fue contundente. Queda como tarea para el lector.

Om Tat Sat.

– Leonardo Camacho (Gopal Krishna das)

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One Response to “La música lo cura todo”

  1. Lorena Carhuaz dice:

    Interesante y buen tema tan bien expresado y explicado que sólo me queda reconocer UNA GRAN VERDAD!!!

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